El mar como aliado

Ahora es el Mediterráneo, luego será el Atlántico. He caído en la cuenta de que siempre tendré un fiel aliado en este viaje, ahora a mi izquierda, luego a mi derecha. Es paradójico pues el destino final, Gdourt, se encuentra en el medio del interior marroquí, en un oasis. Durante más de cuarenta días habrá agua, muchísima agua en mi camino, para terminar en un lugar en medio del secano. Eso sí, los últimos tres días dejaré mi fiel aliado para encontrar rocas, arena, altas temperaturas, y mezclarme con el interior bereber. Será entonces cuando el desafío llegue a su cumbre, hablando de lo deportivo claro. Y en ese momento al llegar volveré a encontrarme con mi aliado, el agua en el oasis, esa agua que tanto se aprecia cuando a su alrededor todo es seco. Y posiblemente me acuerde muchas veces de ese mar que me refrescaba con su brisa…pero sobretodo sé que me acordaré muchísimas veces de todos vosotros, que en algún momento me habréis apoyado en este maravilloso viaje…

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