El verso contado en palabra.
Agadir la capital del pequeño Atlas, con sus playas inmensas, su clima inspirador, su historia beréber que cuenta la lucha de las tribus autóctonas de la montaña. En la parte más alta de la cuidad que se llama Agadir Ofelah. Un lugar emblemático que te ofrece una vista panorámica, se encontró allí el hombre de la bicicleta verde con el niño/a beréber que le recito los versos siguientes con amor y pasión:
Sensaciones
Bajo la sombra de tu sonrisa caminaba,
En busca de tu inocencia y el placer de abrazar tu mirada,
Por senderos de gloria donde nace la flor en su rojizo eterno.
La alegría de vivir me conducía a tu faro,
Al patio de tu infancia feliz, rodeado de recuerdos ingenuos.
Sintiendo el verso en tu mirada que me invitaba a sonreír.
A abrazar tu silueta en la danza de la alegría de vivir.
Al escuchar estos versos y sentir su verdadera esencia, su verdadera magia que contiene la palabra y el verso, el hombre de la bicicleta verde se llenó de misticismo y sintió la magia de la realidad en su profundidad humana, el sendero es corto y el camino largo, seguiré mi peregrinaje junto con tu sonrisa inocente. Así reflexiono el hombre de la bicicleta verde mientras seguía la vereda que lleva a los pueblos de la montaña. La mirada inocente es lo que le acompañaría en la siguiente etapa, la mirada que descubre por primera vez, que es luz y que es alegría pura.