Estar en medio de la montaña del atlas con sus colores mágicos y su silencio misterioso, sus atardeceres únicos, sus Khasbahs que memorizan la historia tribal de la región. Un espacio de meditación con excelencia, entre lo fusión de lo árido con lo verde nace un palmeral, un oasis, un vida que flota en su esplendor y en la magia mística.
Conducir la bicicleta por los senderos curvados de la montaña era como bailar el baile autóctono del Altas Ahaydous. Ver la montaña Kherdous desde arriba parecía a una mujer tumbada en su mágica y mística silueta, ofreciendo fertilidad a todo el valle.
El nacimiento del pueblo Kherdous fue procesando por un baile erótico mundano mezclando lo diáfano con lo divino en el movimiento Ahaydous bajo la luna llena. Un pueblo que su semilla es un baile tántrico –beréber y su cotidianidad son melodías inacabadas entre los ecos de la montaña.
El niño/a aparecido entre medio de estas montañas, como si fuese ella la que contaba la historia que resonaba en su cabeza, como si fuese él quien susurraba … la mezcla entre lo diáfano con lo divino, el equilibrio… esto te ayudará a llegar a Gdourt la última etapa del viaje y la cuna de la felicidad.