Andar, caminar y errar sobre la arena de tu corazón, para darte alegría al jardín del amor, en el rio de tus sonrisas, camino con la brisa del mar y con la sonrisa del sol hacia vuestra inocencia, me siento parte de vuestro corazón que palpita en mis venas que me da fuerza y energía bajo el sol, bajo la lluvia. Estoy cerca para contaros las mil historias que me están pasando en cada rincón, la mezcla de lo real con lo irreal en cada cuento que escucho y que vivo.
En Imsouane tenía necesidad de hablar con vosotros, de que escucháis mi monologo de sentir vuestra plenitud en mí. Pronto estaré en la montaña rocosa, entre sus palmeras y sus lagos de agua purpúrea. Construimos juntos el nido y la cuna de la felicidad.