No podria haber empezado mejor mi aventura en Tierra marroquí.
Hasta el momento lo único que he recibido y encontrado han sido sonrisas, apretones de mano cálidos, amabilidad y hospitalidad, y subrayó hospitalidad.
No hay nada mejor que entrar en un país, un continente, donde nunca habías puesto pié anteriormente, y tener esta sensación de ser el bienvenido en todo momento.
Antes de llegar a una nueva tierra uno piensa en muchas cosas, puede incluso tener alguna duda o algún pequeño miedo, pero en solo 48 horas esa sensación ha desaparecido por completo.
Además como amante que soy de la gastronomía, estoy disfrutando mucho las comidas y cenas que estoy recibiendo, son sabrosas, abundantes y porque no decirlo, baratas para un europeo.
Creo que no podía haber empezado mejor, y esto me da más confianza e ilusión todavía para seguir con el camino y el reto que nos llevará a Gdourt.
Ojalá no cambie idea en ningún momento, sino que cada vez más me convenza que estos primeros días de contacto reflejan la realidad de un país que a mi manera de ver, tiene muchas ganas de abrirse al mundo. ¡La aventura continúa!